Cárceles en Guatemala: ¿más de lo mismo para 2022?

Diálogos ha analizado el financiamiento del Sistema Penitenciario en Guatemala en algunos boletines publicados anteriormente,[1] los cuales se han encargado de indagar en lo que ha sucedido en materia presupuestaria. El objetivo del presente es el análisis prospectivo basado en el Programa Operativo Anual de 2022. Es preciso indicar que se tuvo acceso a este documento de planificación en cumplimiento con lo establecido en el Artículo 24 del Reglamento de la Ley Orgánica del Presupuesto (Acuerdo Gubernativo 540-2013), el cual indica: “Los planes estratégicos y el operativo deberán ser enviados a la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia, por las entidades e instituciones y demás entes que establece el Artículo 2 de la Ley, a más tardar el 30 de abril de cada año”.

Antes de analizar qué espera realizar el Sistema Penitenciario en 2022, resulta oportuno conocer qué ha hecho recientemente. Para ello, se revisaron y contrastaron el Programa Operativo Anual y la Memoria de Labores de 2020. El primero contiene una propuesta de trabajo en la que se puede apreciar que, del presupuesto total (Q504.6 millones), dos terceras partes estuvieron destinadas al pago de recurso humano, el cual, como es de suponer, es vital para el funcionamiento de la institución. Sin embargo, para la formación del personal que trabaja en ella, se destinaron solo Q2.1 millones. Por su parte, en atención a la población privada de libertad, se destinaron Q79.8 millones para gastos de alimentación; Q22 millones para el cumplimiento de condenas en la finca Canadá; Q1.8 millones para la contratación de 27 psicólogos; una cifra igual para la contratación de orientadores vocaciones; Q2 millones para la contratación de odontólogos; y Q1.1 millones para educación extraescolar. De esto se puede concluir que, aparte del recurso humano, la principal erogación del Sistema Penitenciario ha sido en la alimentación de las personas privadas de libertad y, en una muy mínima proporción, en actividades que puedan garantizar su rehabilitación y reinserción a la sociedad.

Tabla 1. Plan Operativo Anual del Sistema Penitenciario para 2020, desagregado por actividades, en millones de quetzales

Fuente: elaboración propia con base en el Plan Operativo Anual para 2020 del Sistema Penitenciario.

Ahora bien, de las actividades planificadas en el Plan Operativo Anual de 2020, ¿cuáles fueron ejecutadas y reportadas por el Ministerio de Gobernación? La Memoria de Labores de la institución reporta que, efectivamente, se les brindó atención psicológica a 11,301 privados de libertad;[2] también se atendieron a 114,090 de ellos en jornadas médico–odontológicas. Por su parte, en el libro laboral, se registraron 216,807 privados de libertad, tanto hombres como mujeres, que realizaron diversos trabajos en los 22 centros de detención. Por último, en actividades de educación formal y extraescolar, el Sistema Penitenciario atendió a un total de 3,278 personas. Además, la Memoria de Labores también reporta 88 requisas en los 22 centros de detención, al 31 de octubre, aunque había planificado realizar 75 mensuales, una cifra que no se pudo alcanzar debido a la pandemia (Ministerio de Gobernación, 2021, pp. 45-47).

Como se puede apreciar, el contraste entre la Memoria de Labores y el Plan Operativo Anual de 2020 muestra que el Sistema Penitenciario, en buena medida, y a pesar de la pandemia, cumplió con las actividades que se había propuesto al inicio del año fiscal. Considerando que el gobierno actual presentó un plan de “innovación y desarrollo”, cabe preguntarse qué actividades propone para 2022 en el Sistema Penitenciario.

En principio, el Plan Operativo Anual de 2022 solicita un presupuesto de Q819.9 millones, del cual 60.7 % será destinado para la dirección y coordinación general de la institución. A este le siguen Q165.4 millones para la alimentación de las personas privadas de libertad, los cuales corresponden a 107.2% del presupuesto vigente en este rubro para 2021. El plan para 2022 también incluye una actividad para la administración de centros de detención por Q128.8 millones.

Tabla 2. Plan Operativo Anual del Sistema Penitenciario para 2022, desagregado por actividades, en millones de quetzales

Fuente: elaboración propia con base en el Plan Operativo Anual 2022.

Un hecho que cabe resaltar es que las partidas presupuestarias relativas a la rehabilitación y reinserción de las personas privadas de libertad no muestran los cambios esperados. En contraste, la educación formal y extraescolar de agentes penitenciarios y la atención psicológica, odontológica y laboral muestran un incremento del 15.8 %, lo cual, en términos relativos, puede ser oportuno, aunque en términos absolutos sean aumentos mínimos que oscilan entre los Q179.6 miles (educación) y los Q324.7 miles (en el caso de la formación de agentes penitenciarios).

En este ejercicio de contraste entre lo que se hizo en 2020 y lo que se propone hacer en 2022, se puede concluir que la administración del actual Ministro de Gobernación, Gendri Reyes, no evidencia cambios o mejoras en los bienes y servicios para la población privada de libertad, sino que, más bien, se asemeja mucho a lo que se ha venido haciendo hasta ahora.

¿Qué diferencia puede esperar la población privada de libertad en 2022 con base en el Plan Operativo Anual planteado para ese año? Nada nuevo, más de lo mismo: servicios de alimentación, salud y educación escasos y de cuestionable calidad. El plan no contempla actividades que procuren la reinserción de las personas privadas de libertad a través de un enfoque diferente.

Este ejercicio permite también cuestionar seriamente el papel que desempeña la Secretaría General de Programación y Planificación (SEGEPLAN), pues es la entidad encargada de evaluar cada año los planes operativos que las diferentes entidades del Estado presentan para el siguiente ejercicio fiscal. En este caso, es claro que ni siquiera ellos tienen la visión de realizar un abordaje diferente con suficiencia y calidad para la población privada de libertad.

¿Se puede hacer algo?. ¡Claro! El Ministerio de Gobernación aún tiene tiempo para presentar actividades que evidencien una mejora en la gestión del Sistema Penitenciario. De hecho, el próximo 15 de julio debe entregar al Ministerio de Finanzas Públicas su presupuesto institucional para 2022, y este debería de contener estas mejoras. Por su parte, los diputados de diferentes bancadas tienen en este ejercicio una herramienta útil para cuestionar y mejorar el presupuesto para el Sistema Penitenciario cuando se presente el proyecto de presupuesto al Congreso de la República el próximo 02 de septiembre.

Bibliografía

Congreso de la República. (1997). Ley Orgánica del Presupuesto. Guatemala: Congreso de la República.

Ministerio de Gobernación. (2021). Memoria de Labores 2020. Guatemala: MINGOB.

Ministerio de Gobernación. (2021). Proyecto de Programa Operativo Anual para 2022. Guatemala: MINGOB.

[1] Boletín de Seguridad y Justicia: ¿Prevenir o enmendar la desatención?; Boletín de Seguridad y Justicia: tendencias, indicadores y dinámicas del presupuesto de los sistemas penitenciarios del norte de Centroamérica

[2] Los datos que refiere la Memoria de labores son al 31 de octubre de 2020.