El 2024 cerró con un total de 2,869 homicidios, mientras que en el año 2023 hubo 2,944. Esto significa que este año finalizó con 75 homicidios menos que el año anterior, lo cual equivale a una diferencia de 3.6% de reducción. En términos de tasas, la tendencia a la baja que se observa desde 2009 se mantiene. El año 2024 cerró con una tasa interanual de 16.1 por cada cien mil habitantes, mientras que el 2023 cerró con 16.7.
Gráfico 1. Número y tasas interanuales de homicidios, años 2019-2024.
Elaboración propia con datos de Pladeic. Las tasas de homicidios están calculadas por cada 100,000 mil habitantes.
Aunque la tendencia a la baja se mantiene, nuestro modelo PREVIO sugiere que los resultados podrían haber sido mejores. Como se puede observar en la gráfica 2, durante 2024, las cifras de violencia homicida se comportaron como predice nuestro modelo durante la mayor parte del año, excepto en abril, julio, agosto, septiembre y octubre, cuando los datos oficiales sobrepasaron el límite superior proyectado. Esto quiere decir que, durante esos meses, la violencia homicida se comportó de manera distinta a como lo ha hecho esos mismos meses durante los últimos veinticuatro años. Es necesario indagar más sobre los factores que pueden estar detrás de estas desviaciones.[1]
Gráfico 2. Comportamiento de la violencia homicida en 2024 según datos oficiales de la PNC y PREVIO
Referencia: Imagen del tablero PREVIO
Los datos de las necropsias del INACIF parecen confirmar una leve reducción de la violencia homicida. En la tabla 1 se puede observar que, entre enero y diciembre de 2024, hubo más lesionados que en el mismo periodo en 2023. Como hemos explicado en otras ocasiones, estas personas lesionadas por lo general son trasladadas a algún hospital del país en donde algunas de ellas mueren sin llegar a ser registradas como casos de “homicidio” por la PNC. Para afirmar con más certeza que la violencia homicida efectivamente “disminuyó” de un año a otro, la cantidad de necropsias registradas por el INACIF debe reflejar también esa disminución en el mismo periodo. En efecto, entre enero y diciembre de 2024, hubo 141 menos necropsias de muertes posiblemente asociadas a hechos criminales que en el mismo periodo en 2023. Este dato apoya la reducción de homicidios registrada por la PNC.
En cuanto al número de personas lesionadas, el 2024 cerró con un total de 3,261 casos lesionados, mientras que en el año 2023 hubo 2,816. Esto significa que este año finalizó con 445 personas lesionadas más que el año anterior, lo cual equivale a un aumento del 15.8%. La cantidad de lesionados aumentó en 16 de los 22 departamentos del país. Los departamentos con mayor número de lesionados son Guatemala (1836), Escuintla (266), Alta Verapaz (98), Petén (97) e Izabal (96). Es importante señalar que el departamento de Guatemala acumula el 56.3% de personas lesionadas.
Tabla 1. Comparación de homicidios, lesiones y necropsias entre los datos del PLADEIC e Inacif.
| Año | Homicidios PLADEIC | Lesionados PLADEIC | Necropsias INACIF (muertes posiblemente asociadas a hechos criminales) |
|---|---|---|---|
|
ene a dic 2023 |
2,944 |
2,816 |
4,339 |
|
ene a dic 2024 |
2,869 |
3,261 |
4,198 |
|
Diferencia |
-75 |
+445 |
-141 |
Elaboración propia con datos de Inacif y Pladeic. Nota: Las necropsias posiblemente “asociadas a hechos criminales” son: Amputaciones traumáticas que afectan múltiples regiones del cuerpo, los cinco tipos de asfixia (compresión toraco abdominal, estrangulación, sofocación, sumersión, suspensión o ahorcadura), decapitación -amputación- traumática a nivel de cuello, heridas por arma blanca y heridas por arma de fuego).[2]
En 2024, el 88% de los homicidios fueron cometidos contra hombres, mientras que el 12% contra mujeres. Este patrón es prácticamente el mismo que se viene observando todos los años. Sin embargo, en términos de tasas interanuales, entre 2019 y 2024, se destaca una reducción proporcional más pronunciada en las mujeres, con una reducción del 41%, frente a un 23% en el caso de los hombres.
Gráfico 3. Tasa interanual de homicidios por sexo de 2019 a 2024
Elaboración propia con datos del Pladeic
Al realizar un análisis por grupos de edad, se muestra que, en 2024, el 51.4% de las víctimas de homicidio tenían entre 15 y 30 años de edad, (1,385 víctimas en total, es decir, casi cuatro personas jóvenes ultimadas diariamente). El análisis adicional por sexo muestra que, tanto hombres como mujeres de este grupo etario, son particularmente vulnerables a la violencia homicida. En 2024, el 50.4% de los homicidios se perpetraron contra hombres jóvenes (1,218), mientras que el 45.4% fueron mujeres (167). El gráfico 4 muestra la cantidad de homicidios por sexo y grupo quinquenal.
Gráfico 4. Número de homicidios por sexo y edad, año 2024.
Elaboración propia con datos de Pladeic
Aunque las muertes de jóvenes son de por sí ya importantes, otra forma de calcular la magnitud de las pérdidas es por medio de la metodología de los Años de Vida Potencialmente Perdidos (AVPP),[3] un indicador que intenta medir cuánto tiempo de vida productiva y social pierde un país con cada muerte. Según esta metodología, las muertes prematuras de jóvenes entre 15 y 30 años en 2024 representaron una pérdida estimada de 68,054 años de vida para el país. Esta representa la sumatoria del total de años de vida no vividos por las víctimas de homicidio de este grupo de edad en el año 2024.[4]
Al realizar el cálculo para toda la población en edad productiva (15 a 65 años), los datos del 2024 muestran que el 97.4% de los homicidios fueron cometidos contra este grupo de edad (2,625). Usando el AVPP, esto representa una pérdida estimada de 107,923 años de vida productiva, lo cual refleja el impacto significativo que los homicidios tienen tanto en la vida económica del país como en las familias que perdieron a sus seres queridos.
En 2024, la mayoría de los homicidios se cometieron con arma de fuego. Este es un patrón que también se viene observando todos los años. Aunque en 2024 hubo una reducción del 5.1% en el uso de este tipo de armas, el porcentaje de homicidios por este método sigue prevaleciendo. Por otro lado, en este mismo periodo, se observó un aumento de homicidios por estrangulamiento (un aumento de 36% entre 2023 y 2024). Proporcionalmente, en el 2024 esta forma de homicidio afectó más a mujeres que a hombres, pues el total de mujeres víctimas de homicidio por estrangulamiento fue del 11.2%, mientras que el de hombres fue de 5.4%.
Gráfico 5. Proporción porcentual de los homicidios según el tipo de arma utilizada. Comparativo año 2023-2024.
Elaboración propia con datos del Pladeic.
Los departamentos que acumulan más del 50% de las víctimas mortales en 2024 son Guatemala y Escuintla, juntos acumularon más de la mitad de todos los homicidios en el país este año.
Por su parte, los municipios que concentraron el 50% de los homicidios este año fueron Guatemala (570), Villa Nueva (188), Mixco (117), Villa Canales (92), Escuintla (61), Chinautla (52), San Miguel Petapa (51), Chiquimula (44) y Jalapa (43) y Morales (43). Es importante señalar que los primeros cinco mantuvieron la misma posición entre el año 2023 y 2024.
Tabla 2. Municipios con mayor número de homicidios en 2024.
| Municipio | Número de homicidios | Porcentaje | Frecuencia acumulada |
|---|---|---|---|
|
Guatemala |
570 |
19.9% |
19.9% |
|
Villa Nueva |
188 |
6.6% |
26.4% |
|
Mixco |
117 |
4.1% |
30.5% |
|
Villa Canales |
92 |
3.2% |
33.7% |
|
Escuintla |
61 |
2.1% |
35.8% |
|
Chinautla |
52 |
1.8% |
37.6% |
|
San Miguel Petapa |
51 |
1.8% |
39.4% |
|
Chiquimula |
44 |
1.5% |
41.0% |
|
Jalapa |
43 |
1.5% |
42.5% |
|
Morales |
43 |
1.5% |
44.0% |
|
Puerto Barrios |
43 |
1.5% |
45.5% |
|
Amatitlán |
41 |
1.4% |
46.9% |
|
San Juan Sacatepéquez |
40 |
1.4% |
48.3% |
|
San Pedro Ayampuc |
40 |
1.4% |
49.7% |
|
San José |
37 |
1.3% |
51.0% |
Elaboración propia con datos del Pladeic
Al contrario de los homicidios, las denuncias de extorsión experimentaron un incremento del 39% de 2023 a 2024. Pasaron de 18,096 a 25,151, lo que representa un aumento de 7,055 casos o 19 extorsiones más diariamente. Los departamentos con más del 50% de denuncias de extorsión fueron Guatemala y Escuintla, que juntos acumulan el 54.3% de los casos (13,648). Le siguen Suchitepéquez (1,154), San Marcos (1,147) y Sacatepéquez (1,068). Juntos, estos cinco municipios acumulan el 67.7% de las extorsiones a nivel nacional.
Es importante señalar que, según datos del Pladeic, este incremento es atípico desde 2019. Es necesario profundizar en las causas de este incremento tan significativo de un año a otro. En 2023 en Diálogos publicamos un blog sobre cinco posibles hipótesis que explican el aumento de extorsiones que podría dar algunas pistas.[5]
Gráfica 6. Número de extorsiones por trimestre años 2019-2024.
Elaboración propia con datos del Pladeic
Añadido a lo anterior, es importante señalar que existen cuatro municipios que experimentaron un incremento porcentual extraordinario en el número de extorsiones. Estos son Petén (2,513%), Sololá (199%), Huehuetenango (173%) y Chiquimula (154%).
[1] Modelo Previo: https://dialogos.org.gt/alertasprevio/
[2] Ver nota metodológica sore la medición de la violencia homicida: https://dialogos.org.gt/wp-content/uploads/2023/03/Nota-Metodologica-n1-junio-20192011.pdf
[3] Los Años de Vida Potencialmente Perdidos por homicidios es la suma de la diferencia entre la edad del homicidio y la esperanza de vida en el país que, según UNFPA, es de 74 años para el 2024. Estos cálculos fueron hechos sin tomar en cuenta aquellos homicidios en los que no se pudo establecer la edad de la víctima. Este indicador muestra los años de vida que se perdieron por causa de homicidios. Esta metodología fue reportada por el INEGI en su informe disponible en: https://www.inegi.org.mx/contenido/productos/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/nueva_estruc/702825188436.pdf
[4] El cálculo se realizó restando la edad de cada víctima a la esperanza de vida al nacer en el año 2024, que es de 74 años. Este resultado representa los años de vida perdidos por cada víctima. Luego, se multiplicó esa diferencia por la cantidad de víctimas correspondientes a cada edad. Finalmente, se sumaron los resultados obtenidos para todas las víctimas, lo que dio un total de 68,054 años de vida potencialmente perdidos.
[5] Blog de Cinco hipótesis que explican el alarmante incremento de las denuncias de extorsión en Guatemala durante los últimos casi 20 años
