Según los datos proporcionados por la Policía Nacional Civil (PNC), la tasa interanual (nivel de violencia de los últimos doce meses) de homicidios hasta el 31 de diciembre de 2023 se sitúa en 16.6 por cada 100 mil habitantes, lo que muestra una reducción del 3% en relación al año anterior, cuando la tasa registrada fue de 17.1.
Gráfico 1. Tendencia de la tasa interanual de homicidios, de 2016 a diciembre de 2023
Fuente. Elaboración propia con datos de PNC.
Cuando comparamos las cifras absolutas de enero a diciembre de 2023, se registró un total de 2,942 homicidios, 42 homicidios menos que el año anterior, lo que representa una diferencia del 1%.
Al revisar los datos registrados por la Policía Nacional Civil, se puede constatar que el porcentaje de homicidios se concentra mayoritariamente en la población de hombres, con el 87%, a diferencia del 2022, cuando el porcentaje fue del 85%. Esto significa que los homicidios de mujeres ocuparon en 2023 el 13% y en 2022, el 15%.
A pesar del descenso observado a nivel general, la mayor parte de las muertes violentas siguen siendo a causa de arma de fuego, las cuales representaron un 85% del total de homicidios. Desde el año 2021, se ha incrementado la cantidad de necropsias relacionadas con muertes violentas por arma de fuego. En comparación con el año de 2020, las cifras absolutas pasaron de 2,276 a 2,657, lo que ha significado un 17% de aumento, aunque la tasa interanual de los homicidios con arma de fuego registrados por la Policía Nacional Civil, permaneció en 2023, en 14 por cada 100 mil habitantes, igual que la registrada en 2022 y un 4% mayor a la de 2021.
La diferencia respecto al uso de otras armas en la comisión es significativa. Por ejemplo, la tasa interanual de los homicidios cometidos con arma blanca, fue de 1.3 por cada 100 mil habitantes desde septiembre hasta diciembre de 2023.
Gráfico 2. Tendencia de la tasa interanual de homicidios por tipo de arma, de 2016 a diciembre de 2023
Fuente. Elaboración propia con datos de PNC.
Sin embargo, cuando analizamos las cifras de necropsias de personas que fallecieron a causa de heridas por proyectil de arma de fuego, reflejan que aumentó en un 5% entre 2022 y 2023. En 2023, la cifra de necropsias por muerte violenta por arma de fuego fue de 3,039, lo que muestra una clara diferencia con las cifras registradas por la Policía Nacional Civil. Aunque el gráfico relacionado a las tasas de homicidios registrados por la Policía Nacional Civil y las necropsias por causas asociadas a hechos criminales (en investigación) registradas por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, muestran una tendencia paralela en el mismo sentido, se evidencia una brecha importante entre ambas, al menos desde 2015.
Esta discrepancia puede tener una explicación, pues muchas de las personas que son registradas como heridas en la escena del crimen por parte de la PNC, fallecen con posterioridad en los lugares en los que se les brinda atención médica, y es ahí cuando el INACIF registra la muerte. Además, como lo explicamos en nuestras notas metodológicas, el INACIF no distingue entre diferentes tipos de muertes (homicidios, suicidios y accidentes) cuando existe la posibilidad de que la muerte esté asociada a un acto delictivo. En consecuencia, sus estadísticas pueden incluir casos que probablemente sean suicidios.
Gráfico 3. Tasa anual de homicidios y necropsias
Fuente. Elaboración propia con datos de PNC.
En 2023, entre enero y diciembre, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses practicó 4,361 necropsias por causas asociadas a hechos criminales (en investigación), a diferencia de 2020, año en que fueron practicadas 4,274, lo que significa un aumento de 2%.
Con esta revisión de los datos también es posible observar que la distribución de los homicidios a nivel nacional por departamentos, ha permanecido en el mismo orden que en el año anterior. El departamento de Guatemala concentró el 44% de los homicidios (1,301), conservando el primer lugar con el mismo porcentaje que en 2022; el departamento de Escuintla concentró el 11% (318), un 1% menos que el año anterior y el departamento de Izabal, el 6% (172), un 1% más que en 2022.
Los municipios con más homicidios en 2023, según los datos de la Policía Nacional Civil, fueron los siguientes: Guatemala con 584; Villa Nueva con 183; Mixco con 147; Villa Canales con 96; Escuintla con 67; Morales con 62; Puerto Barrios con 49; Amatitlán y Zacapa con 47 cada uno. Estos municipios concentraron el 44% de los homicidios a nivel nacional.
A nivel departamental, el municipio de Guatemala concentró la mayor parte de los homicidios cometidos en el departamento de Guatemala, con el 45%, seguido de Villa Nueva con el 14% y Mixco con el 11%. En los municipios de Guatemala y Mixco se pudo observar una reducción respecto a 2022, a diferencia de Villa Nueva, en el que se pudo observar un incremento. El municipio de Guatemala en 2022 registró el 47% de los homicidios del departamento, Villa Nueva el 13% y Mixco el 12%.
En el caso del departamento de Escuintla, durante 2023, la cabecera departamental concentró la mayoría de los homicidios cometidos, con el 21%, seguido de Nueva Concepción y Tiquisate con el 14% cada uno, y Santa Lucía Cotzumalguapa con el 11%. También en este departamento se observaron dinámicas importantes, pues en 2022, el municipio de Escuintla concentró el 26%, lo que significa que para 2023 hubo una reducción del 4%. De la misma manera, el municipio de Tiquisate también registró una disminución igual, pues en 2022 el porcentaje fue del 18%. A diferencia de 2023, en el departamento de Escuintla, el tercer lugar de concentración de cifras absolutas de homicidios, en 2022, fue el municipio de San José, con el 12%.
En el departamento de Izabal, para 2023, el municipio de Morales concentró el 36%, a diferencia de 2022, cuando concentró el 31%. El municipio de Puerto Barrios concentró el 28%, mostrando una reducción del 4% en relación a 2022 y Los Amates con el 17%, a diferencia de 2022, cuando registró el 15%.
En conclusión
El descenso del 3% en la tasa anual de homicidios en diciembre de 2023, en comparación con el año anterior, parece un indicio positivo en términos de seguridad pública. Sin embargo, el hecho preocupante es que la mayoría de las muertes violentas siguen siendo causadas por armas de fuego, lo que sugiere asumir como prioridad el abordaje del tráfico y acceso a armas de fuego. Aunque la tasa anual de homicidios ocasionados con armas de fuego se mantuvo constante en 14 por cada 100,000 habitantes, el aumento desde 2021 exige una atención inmediata. El abordaje de la violencia armada que tiene además de los homicidios, otras expresiones como lesiones, amenazas y extorsiones, constituye uno de los desafíos para las nuevas autoridades del Ministerio de Gobernación tanto en términos de garantizar materialmente la seguridad de las personas, como en los aspectos relacionados a su percepción.
La comparación entre las tasas de homicidio registradas por la Policía Nacional Civil y las autopsias realizadas por el INACIF revela una brecha significativa, al menos desde 2015. Esta discrepancia sugiere una posible subestimación de las cifras de homicidios por parte de la PNC al momento del registro y no seguimiento de los casos de personas registradas como heridas que fallecen posteriormente, además de las formas de registro del INACIF, en los que por disposición normativa no se hace distinción entre homicidios, suicidios y accidentes. El aumento del 2% de las autopsias por causas asociadas a hechos criminales entre 2020 y 2023 corrobora esta observación.