En publicaciones anteriores, Diálogos ha insistido en la relevancia que tiene prestar atención a las dinámicas del gremio de abogados y abogadas para apostar por medidas y propuestas de solución para atender la situación de la justicia en el país. A esos esfuerzos se suma ahora una serie de reflexiones sobre la primera vuelta para la elección de junta directiva del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG), que se llevó a cabo el pasado viernes 7 de febrero.
Este ejercicio implica tomar en cuenta factores relevantes como: el contexto en el que se llevó a cabo la elección; la cantidad de planillas participantes y los votos obtenidos; el nivel de participación de las personas agremiadas en la votación; y las perspectivas sobre la segunda vuelta que se lleva a cabo este 14 de febrero.
A partir de ahí, se resaltan aspectos del proceso actual respecto a elecciones anteriores. Sobre todo, se destaca el valor clave que ha tenido, y tiene especialmente en este momento, el voto y la participación de las personas agremiadas en la elección. Particularmente, en la medida que puede propiciar, más allá del corto plazo, el necesario fortalecimiento del sistema de justicia y del ejercicio profesional íntegro en el país.
El contexto
Para hablar del contexto en el que se desarrollan las elecciones, es importante referirse al estado actual de la justicia en el país. Este se encuentra condicionado por problemáticas estructurales como la impunidad, la mora judicial, los obstáculos que limitan el acceso a la justicia, entre otros. Según La Balanza de Diálogos, estas dificultades no solo persisten, sino que se agravan por factores como las prácticas de litigio malicioso en el ejercicio profesional y las deficiencias en la gestión del Ministerio Público (MP).
Además, se suman prácticas reiteradas de criminalización, persecución y hostigamiento impulsadas desde el mismo MP. Diversos informes independientes, emitidos por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Guatemala (OACNUDH), y por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entre otras instancias, dan cuenta de esto.
Precisamente un acontecimiento propio de este tipo de prácticas se presentó en el marco de la elección del CANG. Durante la noche del pasado 28 de enero (a prácticamente una semana de la primera vuelta), fue capturado en un evento de presentación de su planilla, el abogado y notario Eduardo Masaya (candidato a la junta directiva por la planilla 10, “Unidad x la Justicia”). Posteriormente, cuando se llevó a cabo su audiencia de primera declaración, el candidato fue ligado a proceso por el delito de falsedad ideológica[1]. Luego, en la misma audiencia, el juez dictó prisión preventiva en su contra.
Aunado al caso contra Masaya, también hay otros puntos importantes a destacar. Por ejemplo, que como consecuencia del señalamiento en contra del candidato se identifica un intento sostenido por impedir la participación de la planilla 10 en la elección. Esa postura fue defendida abiertamente, sobre todo, por la planilla 1 (“Avanza y Coalición Gremial”), una opción públicamente apoyada por actores del MP, al grado de que incluso la actual fiscal general fue a votar acompañada por el candidato a presidente a junta directiva de esa planilla.
El intento por impedir la participación de la planilla 10, además de presentar evidentes conflictos de interés, resulta contrario a derechos fundamentales como el de elegir y ser electo y el de gozar de un estado jurídico (o presunción) de inocencia hasta no haber sido juzgado y condenado por la comisión de un delito. Precisamente en esa línea, un amparo otorgado por un tribunal confirmó finalmente la participación de la agrupación en la elección.
Resaltar los puntos anteriores resulta importante porque, seguramente, este contexto pudo haber sido un factor determinante para movilizar una participación sin precedentes para la elección del CANG. Sobre todo, si se considera que, en general, el gremio de abogados y abogadas está determinado por la vocación de defender la justicia, que implica compromisos con la legalidad, la igualdad y la proporcionalidad de las medidas que se imponen contra una persona procesada por la supuesta comisión de un delito.
Las planillas y los votos obtenidos
Además del contexto descrito, es preciso anotar que en las elecciones de 2025 participaron un total de 11 planillas, una cantidad sin precedentes considerando lo que ha ocurrido en las cuatro elecciones anteriores. En 2017, participaron 8 planillas; en 2019, únicamente se registraron 3 planillas; en 2021, la cantidad total fue de 9 planillas inscritas. Y, en 2023, el número fue nuevamente de 8 planillas participantes.
En investigaciones periodísticas y notas de medios, se han publicado hallazgos relevantes sobre algunas de estas agrupaciones y sus vínculos con determinados operadores y actores relevantes.[2] Sin embargo, más allá de eso, el tablero que presenta este ejercicio contrasta los resultados obtenidos por cada una de ellas. Al respecto se destaca la ventaja significativa obtenida por la planilla 10 en relación con el resto de las agrupaciones.
Según los resultados anunciados por el CANG, la planilla 10 obtuvo un total de 5,085 votos a favor (lo que equivale a más de una cuarta parte de los más de 19 mil votos válidos emitidos en la primera vuelta de la elección). Luego, las planillas 4 y 3 (que son el segundo y tercer lugar de la elección, respectivamente) se disputaron el segundo puesto por menos de 100 votos de diferencia. La planilla 4 obtuvo 3,644 votos a su favor y, por su parte, la planilla 3 obtuvo 3,563 votos a favor.
Gráfica de votos de 2025 por planilla
Elaboración propia con datos del CANG
Luego de estos primeros tres puestos, y de la ventaja considerable que obtuvo la planilla 10, el resto de las planillas obtuvieron entre 160 y 2,500 votos a su favor. Cabe mencionar que, si bien este tipo de contrastes entre la cantidad de votos que obtienen los primeros lugares y el resto de las planillas suelen registrarse (sobre todo si se trata de 11 agrupaciones inscritas en la contienda), en esta ocasión, se han obtenido cifras sin precedentes.
Precisamente, la siguiente visualización explica mejor ese último punto. Esto debido a que, como se puede ver en la gráfica, si se compara la elección de 2025 con procesos previos, destaca que en ninguna elección anterior del CANG una planilla había obtenido más de 5 mil votos en primera vuelta. Hasta 2023, las cifras más altas de votos a favor obtenidos en primera vuelta por una planilla fueron inferiores a los 4 mil votos.
Gráfica de los primeros lugares en primera vuelta de las últimas 5 elecciones
Elaboración propia con datos del CANG
En este punto es importante remarcar que, seguramente, el resultado histórico obtenido por la planilla 10 puede tener causas en el contexto descrito previamente y, también, en otros factores como el nivel de participación que se registró en el presente año.
El nivel de participación de las personas agremiadas
En los puntos anteriores se ha insistido en la relevancia específica que podría llegar a tener este aspecto. Para respaldarlo con cifras, es preciso verificar que, anteriormente, la mayor cantidad total de votos válidos que se habían registrado en una primera vuelta fue de poco menos de 12 mil votos (en la elección de 2023). Sin embargo, para 2025 esa cifra aumentó significativamente, registrando más de 19 mil votos válidos.
Gráfica del total de votos válidos de 2017 a 2025
Elaboración propia con datos del CANG
Como puede verse, nunca antes el aumento de votos de una elección a otra había sido tan significativo. Siempre el crecimiento que se registraba (y que es prácticamente inevitable porque también aumenta la cantidad de personas colegiadas) era, en promedio, de mil votos más respecto a la elección inmediatamente anterior. Sin embargo, para 2025 se trata de un incremento de más de 7 mil votos que, sin duda, marca importantes diferencias.
Otra cuestión relevante, además del significativo aumento de votos válidos respecto a procesos anteriores, es la participación que se registró en el proceso de casi el 50% del total del padrón. Ese porcentaje, que no se había alcanzado (ni de cerca) antes, se calcula a partir de la publicación del Diario de Centro América que informa que, para este proceso, se registraba un total de 38,283 colegiados aptos para votar. Según los datos, de esos aptos para votar, se emitieron 19,189 votos válidos para la elección de junta directiva.
La segunda vuelta y el futuro
Como ya se adelantó, la segunda vuelta de la elección se llevará a cabo este 14 de febrero. Ante el panorama de los datos y hallazgos obtenidos, es claro que hay retos primordiales. Uno de los principales es la apuesta por mantener (o incluso aumentar) la participación de las personas agremiadas en la votación.
En sus publicaciones previas, Diálogos ha sostenido que esta participación es clave para propiciar cambios importantes. Y, ahora más que nunca, se recalca ese valor ante los resultados de la reciente elección. Los alcances históricos de participación que se lograron en la primera vuelta se suman a las implicaciones que eso tuvo en un buen resultado para la planilla que resintió directamente los abusos de poder impulsados, en últimas, para intentar condicionar (sin éxito) la elección libre y democrática del gremio.
Ante esto, es claro que hay una consigna y un interés cada vez más generalizado por demandar cambios profundos en el CANG. Por asegurar liderazgos verdaderamente comprometidos con la justicia, que tengan incidencia en mejoras estructurales urgentes para la formación jurídica, el ejercicio profesional, la designación de autoridades y la justicia en el país. Y, en consecuencia, por rechazar con contundencia los abusos y las dinámicas clientelares que buscan perpetuar modelos para favorecer intereses particulares (o incluso ilícitos) sobre el deber ser y la justicia.
Además, para terminar de subrayar el valor que puede tener esta participación en momentos clave, es oportuno recordar un antecedente ilustrativo. En el año 2021, cuando los agremiados del CANG debían elegir a un magistrado titular y a un suplente para la Corte de Constitucionalidad (CC), se terminó celebrando una segunda vuelta entre Claudia Elizabeth Paniagua Pérez (que entonces se postulaba por la agrupación ASPA que llevó a Nester Vásquez también a la CC) y Patricia Elizabeth Gámez Barrera (actual candidata a presidenta de la junta directiva por la planilla 10). En esa ocasión, Gámez perdió la elección por sólo 62 votos. Esos 62 votos definieron que, desde entonces y hasta 2026, una magistrada suplente incluida en la Lista Engel ocupe el cargo en la CC.
No hay duda de que cada voto cuenta y puede hacer la diferencia. Así se ha demostrado cada vez con mayor consistencia. La participación y el interés de los agremiados ha alcanzado cifras y datos históricos. Nada indica que eso mismo no pueda repetirse este 14 de febrero. Lo seguro es que, sin importar lo que pase esta vez, si el gremio logra mantener los niveles de participación y la determinación por mejorar y dignificar el ejercicio de la profesión y la justicia en el país: los cambios que se demandan serán, tarde o temprano, inevitables.
[1]La falsedad ideológica que le imputan a Masaya se comete en el ejercicio de la profesión notarial, oficio de una buena parte de votantes del CANG que, por lo general, entienden las circunstancias específicas de los señalamientos contra Masaya como una situación de la que resulta difícil sentirse exento o ajeno.
[2] Por ejemplo, Plaza Pública reportó: esto sobre la planilla 1, esto sobre la planilla 3, esto sobre la planilla 4, y, esto sobre la planilla 6.